Eres el director de la sucursal de Caja Rural de Soria en San Pedro Manrique ¿Cómo lleva un soriano de la capital trabajar cada día en un pueblo como este?
La verdad es que la relación con los clientes que se puede tener en una ciudad es muy diferente, pero en este caso para bien. El ambiente y el trato es muy familiar con todos ellos y al final es como si fueras parte de su familia; tanto que en ocasiones te cuentan su vida, sus inquietudes, sus proyectos, sus alegrías o sus preocupaciones. Así me hacen sentir y eso me da más confianza a la hora de asesorarles y poder ayudarles.
El poder dar servicio en una localidad de 620 habitantes y una comarca con 1.500 habitantes es una auténtica satisfacción, cuando en Castila y León el ratio de habitantes por oficina bancaria supera los 4.400 habitantes. Hay que poner en valor ese esfuerzo que se hace desde Caja Rural de Soria por garantizar el servicio bancario en cada rincón de la provincia.
Tierras Altas: la España vaciada
San Pedro Manrique y la provincia de Soria forman parte de lo que se ha llamado la España Vaciada. ¿Cómo lo ves desde un plano profesional?
Yo comparto la preocupación lógica que tienen estos vecinos y también les entiendo como soriano. Vemos que en los últimos años se ha agravado este problema de la despoblación: la tendencia de los jóvenes es irse otras ciudades donde hay más oportunidades de estudio o trabajo y al final los que se quedan son los vecinos más mayores, complicando el relevo generacional. En consecuencia debilita toda posible generación de negocio.
¿De dónde crees que vendría la solución para dar la vuelta a este problema?
Creo que en este caso el esfuerzo mayor tendría que venir de las administraciones. Un compromiso garantizando los servicios básicos, sobre todo en las localidades cabecera de comarca y, por otro lado, explotando y dinamizando los recursos de los que dispone esta tierra, que son muchos. Desde los recursos agrícolas, ganaderos, alimentarios, naturales, turísticos…
Otra buena idea es aprovechar los retos que ha traído la pandemia en el caso del teletrabajo, por ejemplo. Aprovechar a esas familias que deciden trasladarse a un pueblo es algo muy positivo; pero claro, es importante que dispongamos de unos servicios y recursos que les animen a tomar la decisión final de cambiar su residencia.
El proyecto de Valdelavilla
Un ejemplo de esa dinamización pueden ser proyectos como el impulsado en Valdelavilla por la Caja Rural de Soria con la grabación de la serie y todo lo bueno que esto ha traído a la comarca
Eso es, lo bueno de este proyecto es que aprovechando la grabación de esta serie tan divertida se han podido aunar esfuerzos entre todos los negocios de la comarca: restaurantes, bares, comercios, casas rurales y alojamientos rurales, así como Mancomunidad de Las Tierras Altas. Una unión que nos hace más fuertes, visibles en el mapa gracias a la serie y que resulta y resultará muy satisfactorio para la zona, sobre todo en términos de turismo.
Es un proyecto abierto a todo el que quiera aportar sus ideas y que la suma de todas las iniciativas particulares acabe beneficiando al conjunto de la comarca.
Eso es el proyecto de Valdelavilla, con la web como referencia. El potencial que genera en búsquedas en Internet para localizar Peñafría es enorme y hay que aprovechar que esa misma gente que busca el pueblo de la serie acabe visitando Valdelavilla y la zona.
Precisamente al hilo del turismo, esta es una zona desconocida, pero toda una belleza cuando se conoce.
Eso es. Quizás por no ser una zona de paso, Tierras Altas es la gran desconocida de Soria. Y eso que tiene motivos para ser un destino ideal sobre todo en turismo de proximidad y de interior: bellos ejemplos de arquitectura local como se pueden ver en localidades como Yanguas, todo un paraíso por explorar para los amantes de la naturaleza, recuerdos prehistóricos como la Ruta de las Icnitas y todo ello sin olvidarnos de una gastronomía y unos productos locales que no tienen nada que envidiar a las grandes cocinas de capitales de España.